Guía práctica de abonado verde y su impacto en la fertilidad del suelo

Guía práctica de abonado verde y su impacto en la fertilidad del suelo

El suelo es el recurso más valioso para cualquier agricultor. De su calidad depende la productividad, la rentabilidad y la sostenibilidad de los cultivos. Entre las prácticas más eficaces para mantenerlo sano y fértil se encuentra el abonado verde, una técnica agrícola ancestral que hoy vuelve a cobrar protagonismo gracias a la agricultura sostenible.

El abonado verde consiste en sembrar especies vegetales específicas para posteriormente incorporarlas al suelo, mejorando así su estructura, su contenido en materia orgánica y su fertilidad. Más allá de ser un “abono natural”, es una estrategia integral que ayuda a recuperar suelos degradados, controlar malas hierbas y aportar nutrientes esenciales de manera económica y ecológica.

En esta guía veremos qué es el abonado verde, cómo aplicarlo correctamente, qué especies elegir y cuál es su verdadero impacto en la fertilidad del suelo.

¿Qué es el abonado verde?

El abonado verde es una técnica agrícola que consiste en sembrar plantas —generalmente leguminosas, crucíferas o gramíneas— que no se cosechan para consumo, sino que se incorporan directamente al suelo cuando alcanzan un determinado estado de desarrollo.

Al descomponerse, estas plantas liberan nutrientes, aumentan la materia orgánica y mejoran la estructura del terreno. Por ello, se considera un método natural y sostenible de fertilización que reduce la dependencia de fertilizantes químicos.

Beneficios principales del abonado verde

El impacto del abonado verde en la fertilidad del suelo es múltiple:

  1. Aporte de materia orgánica
    Las plantas del abonado verde se transforman en humus al descomponerse, lo que incrementa la capacidad del suelo para retener agua y nutrientes.

  2. Aumento del nitrógeno
    Las leguminosas fijan nitrógeno atmosférico gracias a las bacterias de sus raíces (rizobios), reduciendo la necesidad de fertilizantes nitrogenados.

  3. Mejora de la estructura del suelo
    Las raíces profundas de algunas especies rompen capas compactas, airean el terreno y facilitan la penetración del agua.

  4. Control de malas hierbas
    Al ocupar espacio y generar biomasa, las plantas de abonado verde compiten con las adventicias, reduciendo su proliferación.

  5. Reducción de la erosión
    Al cubrir el suelo, protegen contra la pérdida de partículas por viento o lluvia, especialmente en cultivos de secano o en pendiente.

  6. Favorecen la biodiversidad
    Sirven de refugio a insectos beneficiosos y polinizadores, mejorando el equilibrio del agroecosistema.

Especies más utilizadas para abonado verde

La elección de la especie depende del objetivo (aporte de nitrógeno, cobertura rápida, mejora de estructura, etc.) y del tipo de suelo.

  • Leguminosas (trébol, veza, haba, alfalfa, guisante forrajero)
    ✔️ Fijan nitrógeno atmosférico.
    ✔️ Aportan proteína vegetal si se usan como forraje.

  • Gramíneas (centeno, avena, cebada, raigrás)
    ✔️ Crecimiento rápido y cobertura densa.
    ✔️ Mejoran la estructura del suelo gracias a su raíz fibrosa.

  • Crucíferas (mostaza, rábano forrajero, colza)
    ✔️ Crecen rápido y aportan gran cantidad de biomasa.
    ✔️ Sus raíces profundas ayudan a romper capas compactas.
    ✔️ Algunas especies tienen efecto biofumigante, controlando patógenos del suelo.

Muchas veces se combinan varias especies en mezclas de abonado verde para aprovechar las ventajas de cada grupo.

¿Cuándo y cómo se realiza el abonado verde?

El éxito del abonado verde depende del momento de siembra y del manejo posterior.

  1. Época de siembra

    • En climas templados se suele sembrar en otoño o primavera, aprovechando humedad y temperaturas moderadas.

    • En climas más cálidos puede hacerse tras la cosecha, para mantener el suelo cubierto en verano.

  2. Crecimiento y corte

    • Se deja crecer la planta hasta justo antes de su floración, momento en el que contiene mayor cantidad de nutrientes y biomasa.

    • Después se corta y se incorpora al suelo mediante labores superficiales.

  3. Incorporación al suelo

    • Se puede enterrar con arado, cultivador o incluso dejar en superficie como cobertura, según el sistema agrícola (convencional, ecológico, de conservación).

  4. Tiempo de descomposición

    • Una vez incorporadas, las plantas tardan entre 2 y 6 semanas en descomponerse.

    • Conviene esperar antes de sembrar el siguiente cultivo para que los nutrientes estén disponibles.

Impacto del abonado verde en la fertilidad del suelo

El abonado verde tiene un efecto directo en varios aspectos fundamentales del suelo:

  • Materia orgánica: aumenta el contenido de humus, mejorando la capacidad de retención de agua y nutrientes.

  • Disponibilidad de nitrógeno: especialmente con leguminosas, que aportan entre 50 y 150 kg/ha de nitrógeno.

  • Estructura del suelo: las raíces mejoran la aireación, evitando compactación y favoreciendo el desarrollo radicular de los cultivos posteriores.

  • Ciclo de nutrientes: captura nutrientes que podrían perderse por lixiviación (fósforo, potasio) y los devuelve al suelo.

  • Salud del suelo: algunas especies reducen poblaciones de nematodos o patógenos del suelo gracias a sus compuestos naturales.

A medio y largo plazo, estas mejoras se traducen en mayor productividad, menor dependencia de fertilizantes químicos y un sistema agrícola más sostenible.

Ejemplos prácticos de abonado verde

  • En huertos familiares, la siembra de veza + avena en otoño mejora el suelo para los cultivos de primavera.

  • En viñedos, el uso de mostaza blanca entre líneas controla malas hierbas y mejora la estructura del suelo.

  • En agricultura ecológica, el abonado verde sustituye a gran parte del abonado de síntesis, cumpliendo las normativas de certificación.

Errores comunes y cómo evitarlos

  1. Incorporar demasiado tarde → si la planta entra en floración, la descomposición es más lenta.

  2. Elegir una sola especie siempre → conviene rotar y combinar para no agotar el suelo.

  3. No esperar tras el enterrado → sembrar inmediatamente puede dificultar la germinación del siguiente cultivo.

  4. Usar semillas contaminadas → puede introducir malas hierbas no deseadas.

El abonado verde es una técnica sencilla, económica y altamente beneficiosa para la agricultura moderna. Aporta nutrientes, mejora la estructura del suelo, controla malas hierbas y aumenta la biodiversidad, reduciendo la dependencia de fertilizantes químicos.

Ya sea en una gran explotación agrícola, un viñedo, un huerto urbano o un jardín, el abonado verde se presenta como una de las mejores prácticas para lograr suelos fértiles, sanos y productivos a largo plazo.

Invertir en abonado verde es invertir en la vida del suelo. 🌱

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